desinfección comercial

Tipos de desinfección: porque cada caso es diferente

El control de plagas es un procedimiento que abarca una amplia variedad de técnicas en virtud de los organismos extraños que se deseen eliminar. La utilidad de la desinfección es amplia y variada, ya que permite disminuir la reproducción y el crecimiento tanto de microorganismos infecciosos (bacterias, virus y hongos, especialmente) como de insectos (generalmente cucarachas) y otros animales indeseados.

Sin embargo, existen una serie de factores que van a alterar la eficacia de estos mecanismos, como lo son la forma de presentación, materiales, condiciones del ambiente y tipo de animal que se desee eliminar. Es precisamente sobre los tipos de desinfección y sus principales presentaciones en el mercado sobre lo que se hablará a continuación.

¿Cuáles son los principales tipos de desinfección?

Los procedimientos químicos y físicos son, por lo general, los principales tipos de desinfección. Esto, a su vez, está relacionado con los materiales y el tipo de organismo que se desee eliminar. Las sustancias suelen estar compuestas por cloruros, metanol y ácido clorhídrico, además de otras agentes que inhiben de manera eficaz el crecimiento de diversos microorganismos infecciosos (como bacterias y virus).

Estos deben manejarse de una manera un poco más delicada en vista de que, ingeridas en altas concentraciones, pueden causar efectos nocivos en los humanos. Los medios físicos (como ultrasonidos) son especialmente utilizados en aquellas familias con alergias o que habitan en zonas pequeñas.

Existen tipos de desinfección dependiendo de los organismos

Para las cucarachas, unos insectos especialmente despreciados debido a su rápida reproducción y riesgo de transmisión de enfermedades por contacto, existen algunos desinfectantes más eficaces. Los geles y líquidos con sustancias químicas especiales son muy eficaces, seguidos de los preparados de pulverización que actúan muy rápidamente.

Por otro lado, para los chinches, unos organismos molestos pero que no suelen producir enfermedad, es recomendable la utilización de métodos físicos. La desinfección de los carcomas y termitas es especialmente solicitada, debido a las alteraciones provocadas en estructuras del hogar como la madera. En estos casos los procedimientos son distintos, muchas veces utilizándose aerosoles de manera estrictamente controlada para evitar alteraciones importantes con las estructuras.

Existen técnicas que se utilizan dependiendo del espacio. La microdifusión consiste en el esparcimiento de pequeñas gotas, mientras que los aerosoles sirven para eliminar organismos especiales en el ambiente. Por último, la hidrodifusión se basa en el uso de líquidos para desinfectar en espacios cerrados y pequeños.