En la revista Pest Control News, en el mes de junio 2015, nos hemos encontrado un articulo interesante, que os pasamos a continuación.
¿LAS CHINCHES DE LA CAMA PUEDEN TRANSMITIR ENFERMEDADES?
Investigaciones llevados a cabo en los Estados Unidos han mostrado que las chinches de la cama, al igual que los triatominos, pueden transmitir Trypanosoma cruzi, el parásito que causa la enfermedad de Chagas, una de las enfermedades más prevalentes y más letales en las Américas.
La enfermedad de Chagas afecta a 6-8 millones de personas mundialmente, la mayoría en América Latina, y causa la muerte de unas 50.000 personas al año. En España, donde es enfermedad de notificación obligatoria, se calcula que unas 68.000 personas – latinoamericanos que han llegado a España con la enfermedad – pueden padecerla. El papel de los triatominos en la transmisión de la enfermedad es bien conocido. Los insectos transmiten Chagas no por las picaduras sino a través de las heces que se depositan en el huésped dormido después de alimentarse, muchas veces en su cara. La enfermedad de Chagas es difícil de diagnosticar puesto que sus síntomas tardan muchos años en manifestarse. Durante años los síntomas o no se manifiestan o son muy leves. Por eso a veces se le llama la enfermedad silenciosa. Aunque existen medicamentos para el tratamiento de la enfermedad de Chagas, éstos se hacen menos efectivos cuanto más tiempo haya estado infectada la persona.
Normalmente las chinches de la cama se consideran como insectos molestos, que ocasionan irritaciones y noches sin dormir, y no insectos portadores de enfermedades. Un nuevo estudio indica que puede que las cosas sean distintas.
En el estudio, publicado en noviembre 2014 en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, el autor principal, el Dr. Michael Z. Levy, de la Universidad de Pennsylvania, e investigadores en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, llevaron a cabo una serie de ensayos de laboratorio que demostraron la transmisión bidireccional de Trypanosoma cruzi (T. cruzi) entre ratones y chinches de la cama.
Los investigadores montaron varios ensayos: en el primero, chinches de la cama sin T.cruzi fueron alimentadas con la sangre de ratones infectados con T.cruzi. La mayoría de las 2.000 chinches utilizadas en el ensayo quedaron infectadas. En el segundo, 9 de 12 ratones que vivieron con 20 chinches infectadas durante 30 días quedaron infectados con T. Cruzi. En un tercer ensayo los investigadores lograron infectar ratones por medio de heces de chinches infectadas colocadas en la piel irritada por mordeduras de chinches o por rasguños ocasionados con una aguja.
En otro ensayo demostraron que las chinches de la cama, al igual que los triatominos, defecan mientras se alimentan.
El Dr. Levy dice que sus ensayos han mostrado que las chinches pueden adquirir y transmitir T.cruzi. El próximo paso es establecer si las chinches tienen, o podrían tener, un papel importante en la epidemiología de Chagas. Según el Dr. Levy, hay razones para inquietarnos: las chinches de la cama tienen más contacto con gente que los triatominos, y son más numerosas que los triatominos, dándoles más oportunidades para transmitir el parásito. Sin embargo, puede haber algo importante, aún no descubierto, que esté mitigando esta amenaza.