Control de plagas: Termitas
Cuando hablamos de control de plagas, lo primero que se nos viene a la mente son los insectos en general, ratas o roedores de alguna calaña, hoy sin embargo, vamos a hablar de las termitas.
Estas mal llamadas hormigas son necesarias para el medio ambiente, pues son las encargadas de descomponer el material orgánico y fabricar el humus del suelo.
Sin embargo, cuando entran en nuestro hábitat pueden llegar a ser un verdadero problema, pues son capaces de atravesar hormigón, plástico y muchos otros materiales en busca de la preciada madera que les sirve de alimento.
Existen tres tipos de termitas según su alimentación
Las de madera húmeda, ya en descomposición principalmente. Las de madera seca, capaces de acabar con las estructuras más diversas. Y las subterráneas, que encuentran en la tierra un cobijo excelente, además de unas condiciones ideales para su supervivencia.
Estos insectos viven en colonias y se las puede encontrar en cualquier edificio, no tienen predilección por viviendas. Si encuentran celulosa en una empresa o nave industrial, allí estarán.
En cualquier momento podemos vernos necesitados de ayuda y podemos acudir a profesionales de control de plagas.
Para tratar la madera lo normal es usar cebos alimenticios a los que se les añade algún componente químico que con el tiempo envenena a las termitas y se propaga por la colonia hasta conseguir su extinción. Evidentemente, el tratamiento para particulares y empresas puede variar en función de la magnitud de la infestación.
Una plaga silenciosa
Como estos insectos necesitan humedad y madera, para prevenir su aparición, lo más aconsejable es prestar atención a cualquier tipo de gotera o fuga de agua. Constituyen una plaga silenciosa, que puede devorar cualquier mueble, viga, o estructura de madera sin que nos demos cuenta porque lo hacen desde dentro. Normalmente cuando detectamos el problema es demasiado tarde para mucho mobiliario y hay que hacer un gran esfuerzo para desacerse de esta voraz plaga.
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